? SEÑOR, CUÁN GLORIOSO ES TU NOMBRE EN TODA LA TIERRA

Del Salmo 8

“¡Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos” Salmos 8:1

Toda su creación le rinde alabanza y gloria al Señor.

Aunque el salmista declara la grandeza de Dios en este mundo, su gloria trasciende a este y todos los espacios y confines del universo. La gloria de nuestro Dios excede a cualquier límite, su nombre es excelso y glorioso por encima de todo.

Las aves en los cielos, aun cuando no reconocemos sus formas de comunicación, ellas en su lenguaje rinden tributo al Dios eterno; los peces del mar, las bestias del campo, los pequeños peces y los grandes monstruos marinos, todos ellos son una obra perfecta en las manos del Creador. Las flores del campo embellecen su creación, los cielos pintan su grandeza, los colores de las estaciones y las innumerables estrellas afirman su autoridad. Los estruendos de los cielos y los grandes océanos pronuncian su gloria.

¿Dónde comienza el universo y dónde termina? ¿Acaso llegaremos a comprender la altura y la profundidad de su grandeza?

Dios ”ha puesto su gloria sobre los cielos” El ojo humano puede visualizar desde la tierra unas 5 mil estrellas aunque nuestra galaxia contiene unas 300 mil millones; las constelaciones, las galaxias, los astros, los cuerpos celestes, los planetas y todas las estrellas, forman un sistema complejo que le da un funcionamiento perfecto al universo.

”Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos” Salmos 19:1.

Nunca llegaremos a entender la grandeza y la perfección del Creador, porque nunca lo finito alcanzará o entenderá lo infinito.

”El que hace grandes cosas, inescrutables, Y maravillas sin número.” Job 9:10 NBLA.

El milagro de la vida, los latidos del corazón, la complejidad del cerebro, todo es perfecto y asombroso, todo lo hizo Dios con mucha sabiduría, la sabiduría del gran artista divino.

Dios revela su grandeza en la creación, todo fue creado por medio de él y para él, para su gloria y propósitos. Esta es la primera revelación de nuestro Dios, una revelación general mediante las obras de sus manos.

“¡Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!...”

¡Démosle gloria y honor al único ser que es digno de recibirla, que nuestra voz le alabe y nuestros hechos le exalten!