DELÉITATE EN EL SEÑOR
Del
Salmo 37
“Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu
corazón” Salmos 37:4
¿QUÉ ES DELEITARSE EN EL
SEÑOR?
Deleitarse en el Señor es
encontrar en Dios el sentido de la vida, verlo a él como el único objeto de
nuestra admiración; deleitarse en el Señor es recibir del Señor, el amor más
grande que jamás alguien nos ha brindado; es esperar anhelosamente en él;
deleitarse en el Señor es tener la mirada puesta plenamente en él, es buscar
fervientemente su gloria, y hacerlo la prioridad de nuestra vida. Deleitarse en
el Señor es otorgarle a él, el lugar más especial de nuestro corazón;
deleitarse en el Señor es anhelar su presencia como el más grande tesoro de
nuestro ser, es esperar gozosamente de él, su paz y su bendición.
¿CÓMO PODEMOS ENCONTRAR
EL DELEITE EN EL SEÑOR?
El deleite en el Señor se
logra sólo a través de la comunión y en la intimidad, en el conocimiento de su
persona. No hay manera de llegar a deleitarnos en él, hasta que le busquemos
diariamente y de todo nuestro ser. Solo al conocerle podremos encontrar gozo y
placer en su presencia.
Deleitarse en el Señor
implica apartar nuestros ojos del mundo para centrarlos en la persona de
Cristo. El deleite se encuentra al buscar al Señor, al mirar al Señor, al
conocer al Señor.
“Pon tu delicia en el Señor…” Salmos 37:4. NBLA
¿CUÁL ES EL RESULTADO DE DELEITARNOS EN EL SEÑOR?
Cuando Cristo viene a la
vida del pecador, transforma por completo su naturaleza, su vida y carácter;
ahora es una nueva criatura (2 Co. 5:17), ahora es un nuevo hombre creado según
Dios en la justicia y santidad de la verdad (Ef. 4:24), creado a la imagen de
Cristo (Col. 3:10), con la mente de Cristo (1 Co. 2:16) y para los propósitos
de Cristo (Ef. 2:10), por tanto, los pensamientos del hombre regenerado son
espirituales, ya no son los mismos deseos carnales; el cristiano ya no practica
la mundanalidad, ya no disfruta los placeres del mundo, sino en el deleite
santo, en el Señor.
El resultado de
deleitarse en el Señor es recibir de él, la promesa de cumplir las peticiones
de nuestro corazón, y aquí es donde se hace perfecto el deleite en el Señor,
porque al deleitarnos en él, él se deleita en bendecirnos también, él dice: “...mis delicias
son con los hijos de los hombres” Prov. 8:30, “Jehová…se gozará
sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos” Sof. 3:17. La
delicia del Señor son los justos, él dice que ”para los santos que
están en la tierra, Y para los íntegros, es toda mi complacencia” Salmos 16:3; él
dice de los íntegros: “¡Ellos son mi deleite!” Salmos 16:3 NTV.
”Pues tus
testimonios son mis delicias Y mis consejeros” Salmos 119:24
”El SEÑOR te da gozo, disfrútalo, y él te dará lo que más deseas entrega al SEÑOR tu vida; confía en él y Dios actuará” Salmos 37:4,5 PDT
Para reflexionar:
Dios cumplirá las
peticiones de un hombre cuyo corazón está en el Señor, porque sus plegarias son
justas, de carácter espiritual, acordes a la voluntad de Dios y enfocadas en la
gloria de Cristo.
El camino del Señor es una delicia, y su fin, una dulce delicia.
ORACIÓN: Señor, permíteme
buscar el gozo y la verdadera felicidad en ti y en tu camino.