Gustavo Miranda

AVIVAMIENTO EN ASBURY, KY

AVIVAMIENTO EN ASBURY, KY

si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en este lugar” 2 Crónicas 7:14,15.

 

Todo avivamiento comienza siempre con la Palabra de Dios y nunca de otra manera; no es la música, ni las luces, ni la tecnología, ni los conferencistas elocuentes, es el poder de Dios moviéndose en los corazones sensibles a su voz, haciendo habitación en los corazones hambrientos y sedientos de su justicia.

 

Todo avivamiento es precedido siempre por una actitud de confesión y arrepentimiento de pecado, así pasó con Nehemías, con Daniel, con Jeremías e Isaías. No se trató inicialmente de gozo, sino de lamentos, no se trató de baile o algarabía, sino de contrición y confesión.

 

Como lo hemos estado viendo en las noticias, y es tendencia mundial en las redes sociales, el pasado 8 de febrero, un grupo de estudiantes de la Universidad Asbury, KY, se reunieron para buscar el rostro de Dios en oración; se trataba de un servicio normal de capilla dentro de la universidad. Zach Meerkreebs, uno de los pastores del Campus, abrió su Biblia para exponer Romanos 12:9-21 sin saber lo que habría de venir; el Espíritu de Dios movió a los estudiantes a confesar sus pecados a Dios, a cantar con sencillez y alegría, a orar e invocar el nombre de Dios, a reconocer a Jesucristo como el Señor de sus vidas. Cientos de testimonios de salvación y consagración.

 

Lo que ha ocurrido en Asbury desde el miércoles 8 de febrero pasado, se ha convertido en una experiencia sin igual, pues al día de hoy, viernes 17 de febrero, nueve días después, la reunión continúa. Miles de personas de diferentes estados de EU se acercan cada hora para participar de la experiencia, algunos movidos quizás por la curiosidad, otros en la búsqueda de auténtica devoción, pero sin duda alguna, ha sido un testimonio del poder de Dios que ha traído salvación y consagración en el Espíritu.

 

De lo ocurrido en Asbury, KY, aprendemos que el Espíritu Santo es soberano, y él decide cuándo manifestar de esa manera su gloria. Es inútil agendar al Señor “noches de milagros” o “noches de visitación”; él se manifiesta cuando se le busca como él quiere que se le busque. 

 

Aprendemos que Dios es sensible a quien le clama con hambre espiritual, a quien le busca de todo corazón y a quien hace a un lado su orgullo y su propia justicia. Aprendemos que Dios conoce y pesa los corazones y da gracia a los humildes. 

Aprendemos que la gloria de Dios no se limita a las cuatro paredes del templo.

Aprendemos que el corazón es más que el sistema religioso, que la devoción es antes que el talento, que la humildad es esencial para encontrar el perdón de Dios.

 

Los resultados del avivamiento siempre serán, salvación, santidad, fruto espiritual, devoción, entrega al Señor y servicio.

 

Roguemos a Dios para que este sea un verdadero despertar espiritual en la juventud, que abra paso a las nuevas generaciones de adoradores hambrientos de Dios, aquellos que aman su nombre por sobre todas las cosas. 

 

Mira el artículo completo en: https://gustavomiranda.org/Publicaciones/Index/83

Mira el video en vivo en Asbury: https://www.youtube.com/watch?v=JQ50JVPFb9A?

 

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Pastor Gustavo Miranda

Pastor en Iglesia Bautista Berea en Gómez Palacio, Dgo.
Doctor en Teología, maestro en educación y ministro de música y adoración.

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