El amor cubrirá todas las faltas
“El odio despierta rencillas; Pero el
amor cubrirá todas las faltas” Proverbios 10:12
El odio conduce a la división. Cuando hay odio en el corazón, aún los
errores más pequeños se magnifican. Se generan sospechas, se interpretan mal
las intenciones, y se abre paso a la crítica, la ofensa y la contienda.
Por el
contrario, el amor conducirá a la reconciliación, a disminuir las molestias, el
amor no alimenta el resentimiento ni magnifica los errores.
El
amor no exhibe los pecados de los demás, ni se complace en hacer públicos sus
errores.
Esto
no significa que el pecado deba ser encubierto o ignorado, pero no debe señalarse
con fines destructivos o vengativos, sino con el propósito de restaurar y sanar
al agresor.
La
Biblia enseña a no ocultar el pecado, este debe ser confrontado, pero no con
dureza destructiva, sino a restaurarlo con paciencia y misericordia.
“Hermanos,
si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales,
restauradle con espíritu de mansedumbre…” Gálatas 6:1.
El
apóstol Pedro citó este proverbio en su carta, cuando escribió a los cristianos
del primer siglo: ”Sobre todo, sed fervientes en vuestro amor los unos por
los otros; porque el amor cubrirá multitud de pecados." 1 Pedro 4:8. Pedro retomó la verdad de Proverbios 10:12 para mostrar que el
amor no solo evita conflictos, sino que también actúa como un bálsamo que
restaura y protege las relaciones. El amor fraternal debe mostrarse ferviente,
intencional y activo.
Un
poco antes, Pedro ya había exhortado: “…amaos unos a otros entrañablemente,
de corazón puro…” 1 Pedro 1:22. También les animó a practicar el “amor
fraternal no fingido”, es decir, un amor genuino, sin hipocresía, que nace
de un corazón limpio y regenerado.
Este proverbio, ”el amor cubrirá todas las faltas” tiene un alcance transformador, aplica a
todo tipo de relaciones humanas: en la familia, en el matrimonio y en la
familia de la fe, la iglesia cristiana.
En el
hogar, el amor ayuda a superar ofensas entre padres e hijos, entre hermanos, o
entre esposos. En el matrimonio, el amor es lo que permite perdonar errores,
sanar heridas y mantener la unidad. Y en la iglesia, el amor cubre faltas al
promover la gracia, la paciencia y el deseo de restaurar al que cae.
Un
amor abundante entre hermanos, nos permitirá resistir a las acusaciones del
diablo, rechazar las obras de la carne que destruyen las relaciones, conduciéndonos
a mostrar frutos espirituales de amor.
“ Antes
sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros”
Efesios 4:32
Grudem
comenta al respecto: “Cuando el amor abunda en la comunión de cristianos,
muchas ofensas pequeñas, e incluso las grandes, se pasan por alto y se olvidan
fácilmente. Pero cuando el amor falta, cada palabra es vista como sospecha,
cada acción está sujeta a un malentendido, y hay conflicto – para el deleite
perverso de Satanás.” (Grudem).
“ Sopórtense
unos a otros y perdónense si alguno tiene una queja contra otro. Perdona como
el Señor te perdonó. Y sobre todas estas virtudes, vístanse de amor, que las
une a todas en perfecta armonía ” Col. 3:13,14.