Gustavo Miranda

JESUCRISTO, NOMBRE SOBRE TODO

Serie: Hebreos | Mensaje #2

 

a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.” Hebreos 1:2b-3

 

Jesucristo no solo es superior en su mensaje, su nombre en sí mismo es glorioso y majestuoso.

Su excelso poder, su inmensa sabiduría y eterna grandeza expuesta por el escritor a los Hebreos   no dejan ninguna duda acerca de la divinidad de Cristo. Reflexionemos a continuación en estos atributos que reconocen a Jesucristo, nombre sobre todo nombre:

 

Heredero de todo v.2

Jesucristo posee una posición preeminente sobre toda la creación. Él es desde la eternidad pasada el Hijo de Dios y a quien el Padre ha otorgado en la eternidad futura, autoridad sobre todas las cosas; en su exaltación final, todo quedará bajo el dominio y control absoluto de Cristo (Ro. 8:17; 11:36; Mt. 28:18; Col. 1:16).

 

y por quien asimismo hizo el universo  v. 2

Jesucristo es el Creador del universo; su creación comprende mucho más que el mundo material, este “universo” creado incluye la materia, la energía, las eras, los tiempos, el universo entero y todo lo que implica su funcionamiento. 

En Jesucristo fueron _“creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él”_ Col. 1:16.  _”Todas las cosas por él (Cristo) fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”_ Jn. 1:3.

 

el cual, siendo el resplandor de su gloria  v. 3

Jesucristo es la expresión de Dios; aun cuando nadie ha visto al Padre, el Hijo lo ha dado a conocer en todo sentido, Jesucristo irradia la misma gloria de Dios.

 

y la imagen misma de su sustancia v. 3

Jesucristo es coeterno con el Padre; estos dos junto al Espíritu Santo conforman la Santa Trinidad de Dios. Al encarnarse Cristo, vino a dar a conocer al Padre, siendo la misma naturaleza y esencia divina (Jn. 14:9).

Jesucristo es _”la imagen del Dios invisible… en quien habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” Col. 1:15; 2:9.

 

quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder  v. 3

Durante su ministerio terrenal, Jesús demostró el poder de su palabra; efectuó sanidades, expulsó demonios y dominó la naturaleza solo con la expresión de su palabra. Todas las cosas en el universo se rigen según la voz de quien creó el universo.

La idea del verbo “sustentar” sugiere no solo que Jesucristo tenga un control sobre el universo creado, como una idea pasiva; sino va más allá. Cristo también sostiene su orden y funcionamiento; en él y por medio de él se mueven y existen todas las cosas del universo. El apóstol Pablo expresó la misma idea cuando afirmó: _” _”Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten”_ Col 1.17.

Con la misma palabra poderosa que usó para que todas las cosas en un principio fueran hechas, con esa misma palabra ordena y regula toda su creación.

 

habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo  v. 3

Por ser la revelación misma de Dios, él ha establecido por medio de su obra redentora, el acercamiento del Padre con la humanidad. Su obra en la tierra consistió en proveer la purificación de nuestros pecados. El escritor a los Hebreos explicaría más adelante que el requisito para ser el Sumo Sacerdote eficaz consistía en que este participara plenamente de nuestra humanidad, participando del sufrimiento y muerte (He. 2:14-18).

De esta manera, la revelación de Dios a través de Jesucristo, no se limita a compartirnos su personalidad, sino que su revelación completa se extiende en proveernos de su plan de redención, y, por consiguiente, la salvación en su misma persona.

El poder del Hijo de Dios es tal que pudo en sí mismo llevar el peso del pecado del mundo. 

Nadie más podría limpiar los pecados.

 

se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas v. 3

Esta posición es gloriosa, es una posición de Majestad y señorío absoluto sobre toda su creación. La gloria y majestad solo le corresponden a él como dueño y Señor de todo lo que existe (Ef. 1:22).

En virtud de su obediencia al Padre, al hacerse semejante a los hombres y llevar sobre sí mismo la maldición del pecado, el Señor ha sido exaltado hasta lo sumo, ocupando el lugar de honor y gloria (Sal. 110:1; Fil. 2:9-11)

 

Para reflexionar:

Solo a un ser majestuoso y todopoderoso le pertenece el dominio sobre el universo que él mismo creó, él es el resplandor de la gloria del Padre por compartir su misma esencia y naturaleza divina; Su obra en la tierra fue perfecta pudiendo purificar los pecados del mundo y por ser el autor de la salvación, se ha sentado en gran majestad en los lugares celestiales en las alturas.

Brindémosle honra y toda gloria al único que es digno de recibirla, a Jesucristo el Hijo de Dios.

 

Iglesia Bautista bíblica Berea


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Pastor Gustavo Miranda

Pastor en Iglesia Bautista Berea en Gómez Palacio, Dgo.
Doctor en Teología, maestro en educación y ministro de música y adoración.

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