SED SOBRIOS Y VELAD EN ORACIÓN
”Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración” 1 Pedro 4:7
Solo alguien que reconoce que verdaderamente estamos viviendo en los últimos días, será un creyente entregado y comprometido a una vida de oración.
Cuando Pedro escribió estas palabras, hace unos dos mil años, él veía el fin de todas las cosas, muy cerca, como algo que podría suceder en cualquier momento, como si los cristianos de la iglesia primitiva fueran a presenciar ellos mismos, con sus propios ojos, el glorioso retorno de Jesucristo a la tierra. Pablo, esperando expectante el retorno de Jesús, exhortaba a los cristianos del primer siglo: "...ya es hora de despertaros del sueño; porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando creímos" Ro. 13:11; Santiago exhortó a ” tened paciencia hasta la venida del Señor” Stg. 5:7 y a ”… afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca” Stg. 5:8. Ahora, el Apóstol Pedro nos exhorta de manera similar, ”Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración”.
El llamamiento de Dios a través del Apóstol Pedro a los creyentes es a ”ser sobrios”, esto es, a mantener su vida en control, con una mente segura y firme en medio de las tentaciones y pruebas, con firmeza y paciencia ante las adversidades; el contexto del capítulo amplía el entendimiento de ”ser sobrios”, con disposición a presentar oposición ante los deseos carnales del mundo, buscando la gloria y la voluntad de Dios.
”Velad” es un término que indica "estar alertas", en “vigilancia espiritual”, con los sentidos atentos y conscientes del momento en que vendrá el Señor, ¡esta es la actitud con la cual el cristiano debe vivir todo el tiempo, asumiendo que pudiera ser este mismo día el regreso de su Salvador, y que por tanto, debe mantener una comunión de vida con él. Solo por medio de la oración constante podremos mantenernos sobrios y en alertas esperando su regreso.
Pablo a la iglesia de Tesalónica exhortó de la misma manera: “Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche… Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios” 1 Tes. 5:2,6.
En su discurso del Monte de los Olivos, el Señor advirtió a sus discípulos: “Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor…Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis” Mt. 24:42,44; Así mismo, el Señor explicó que para no entrar en tentación es necesario ”Velad y orad” Mt. 26:41.
Para reflexionar:
Al ser sobrio, el cristiano identificará toda ocasión de pecado. Al velar en oración, recibirá la fortaleza de Dios para resistirlo. Nunca en nuestros propios recursos humanos podremos hacerle frente y vencer a los enemigos espirituales que pretenden hacernos tropezar, más Dios nos brinda de su Espíritu para fortalecernos en su poder.