3. Pide sabiduría (Santiago 1:5-7)
”Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada… no piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor” Santiago 1:5-6a, 7.
Esta es la petición que Dios siempre contestará, pedirle sabiduría.
La sabiduría es el entendimiento, el buen juicio y la prudencia que nos brinda el Señor para la vida, es un don de carácter divino, mejor que las piedras preciosas (Job 28:18).
Conectado con el devocional de ayer, los momentos cuando más sabiduría necesitamos en nuestra vida son quizás aquellos cuando atravesamos diversas pruebas, cuando debemos tomar decisiones importantes, cuando somos tentados por el adversario y necesitamos a Dios y de su conocimiento para saber cómo resolver ese asunto.
Dios es la fuente de toda sabiduría, y es su deseo llenar la vida de sus hijos de su entendimiento divino para que seamos capaces de conocer la voluntad de Dios que siempre nos conducirá a una vida plena, de verdadera felicidad.
”El principio de la sabiduría es el temor de Jehová…” Proverbios 1:7.
El resultado de pedir sabiduría a Dios es recibir sabiduría de Dios; Dios la otorga a todos los que se la piden, y lo hace con agrado y generosidad.
”sin reproche” A Dios le agrada bendecir a sus hijos con sabiduría. Pudiéramos solicitársela cuantas veces quisiéramos sin recibir el desprecio de Dios.
”abundantemente” El Dios de toda la riqueza y bondad no desprecia nuestra petición, más bien, de acuerdo a sus riquezas en gloria (Fil. 4:19), extiende su gracia para otorgarnos de su excelsa sabiduría. Dios es un Dios de “mano abierta” y no de “puño cerrado”.
Pero hay un requisito, al solicitar sabiduría, acércate a Dios y pide con fe, creyendo que el Señor te la otorgará, con la seguridad que Dios es dadivoso, con el entendimiento que necesitas de esa sabiduría, con la fe de que la recibirás.
La manera en cómo Dios nos brinda de su sabiduría es a través de su Palabra y por medio de la guía de su Espíritu Santo:
1. Solicitamos a Dios sabiduría a través de la oración.
2. Nos acercamos al mismo tiempo a su Palabra para recibir su instrucción.
3. Buscamos una relación cercana al Espíritu Santo.
La operación del Espíritu Santo en los creyentes es llevarles a discernir la Palabra de Dios, ayudarnos a comprender sus grandes verdades que serán útiles en nosotros. Es inútil tratar de recibir sabiduría sin abrir su Palabra, la fuente de toda la sabiduría divina.
Para reflexionar:
Y tú, ¿ya le pediste hoy al Señor sabiduría?