JESÚS Y EL CUMPLIMIENTO DE LAS ESCRITURAS
JESÚS Y EL CUMPLIMIENTO DE LAS ESCRITURAS
Base bíblica: Lucas 24:13-35
“¿No era necesario que el Cristo padeciera estas
cosas, y que entrara en su gloria? Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por
todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían” Lucas 24:26-27.
Los ojos de los discípulos estaban velados para no reconocer a Jesús en
el largo viaje que emprendieron juntos rumbo a Emaús. En el camino conversaron
los dos discípulos con el Señor, narrando los eventos ocurridos en torno a la
muerte de Jesús de Nazaret (no lo habían reconocido que él era Jesús
resucitado, con quien hablaban); le relataron acerca de su vida y hechos
grandiosos, de su muerte al ser entregado en mano de pecadores, y de que su
cuerpo había sido puesto en un sepulcro. En un principio ellos creyeron que
Jesús de Nazaret sería quien redimiría a Israel (v. 21) pero ahora todas sus
esperanzas se habían desvanecido al saber que Cristo había muerto ya hacía tres
días, y se mostraban confundidos al haber escuchado testimonios acerca de que
el cuerpo de Jesús no estaba en la tumba, y que un ángel les había aparecido a
las mujeres para decir que Jesús se había levantado de la muerte.
El Señor reprendió la dureza de los corazones de estos dos discípulos
en el camino, eran tardos para creer las Escrituras, de cómo estaba escrito
desde los profetas del Antiguo Testamento que el Señor sería entregado a la
muerte, hablando de su persona como aquel quien es el cumplimiento de todas las
profecías. Dice la Biblia que Jesús “...comenzando desde Moisés, y
siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que
de él decían” Lucas 24:27.
Es asombroso cómo la Palabra se cumplió en Cristo tal cual lo dicen las
Escrituras. Cada profecía escrita por los santos hombres de Dios, que fueron a
su vez inspirados por el Espíritu Santo, se cumplió con exactitud en la vida y
ministerio terrenal de Cristo. El día de la muerte de Jesús, más de 30
profecías se cumplieron tan solo en ese día. En la semana de su muerte fueron
68 profecías cumplidas, y si partimos desde su nacimiento, podríamos enumerar
cientos de estas profecías cumplidas al pie de la letra.
Josh Mac Dowell, en su Libro “Evidencia que demanda un veredicto”,
resalta las probabilidades de que todas las profecías mencionadas acerca de
Cristo puedan cumplirse en una persona al azar. Él escribe lo siguiente: “Las
siguientes probabilidades han sido tomadas de Stoner en “la ciencia habla” para
demostrar que la coincidencia tiene que descartarse por la ciencia de la
probabilidad. Stoner dice que usando la ciencia moderna de la probabilidad en
referencia a las ocho profecías: el Mesías naciera en Belén, tendría un
precursor, entraría a Jerusalén en un borriquillo, sería traicionado por un
amigo: el traidor recibiría treinta piezas de plata.
Encontramos que la probabilidad de que un hombre haya vivido en
cualquier tiempo hasta ahora y que cumpliera todas las ocho profecías es de 1
entre 1017. Eso equivale a la posibilidad de 1 en 100,000,000,000,000,000 (17
ceros después del uno).
El Apóstol Pedro escribió con toda razón: “Tenemos también la palabra
profética más segura” 1 Pedro
1:19. El cumplimiento de las profecías bíblicas es un testimonio confiable de
la veracidad de las mismas; el cumplimiento de las profecías son una evidencia
de una fe auténtica.
Para reflexionar:
Acercarnos a la Palabra de Dios es acercarnos a Dios mismo. La Palabra
de Dios emana la naturaleza de su mismo autor (Dios): confiabilidad e
inerrancia.
Como cristianos confiamos, sin cuestionamientos, en el cumplimiento de
cada palabra escrita en la Biblia; descansamos en su veracidad por ser
inspiración divina. Al ver cumplidas las profecías en la vida del Mesías en su
primera venida, creemos que se cumplirán todas las demás en su segunda venida,
a su debido tiempo.
ORACIÓN:
? Gracias Señor por tu Palabra,
deposito mi fe en tu Palabra, fuente de verdad y gozo para mi vida.