Gustavo Miranda

MIRA HACIA ARRIBA

“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” Colosenses 3:1,2.

El creyente es llamado a poner sus prioridades en los asuntos celestiales y eternos. Puesto que ya estamos en Cristo, nuestras aspiraciones, deseos y pasiones son distintos a los que antes teníamos, cuando éramos guiados según nuestras aspiraciones mundanas. El Apóstol Pablo exhorta a los creyentes a ”Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” Col 3:2, pero abarca el tema a partir del 2:12, donde explica que con Cristo hemos muerto y a la vez resucitado; su poder espiritual ha transformado nuestra antigua manera de pensar, y por lo tanto, también de vivir.

- Poner la mira en las cosas de arriba nos ayuda a no distraernos o confundirnos tanto con los deseos engañosos del mundo (Mt. 13:22).

- Poner la mira en las cosas de arriba nos hace reconocer la fuente de todas las bendiciones que recibimos, dándole el merecimiento a Dios (Stg. 1:17).

- Poner la mira en las cosas de arriba nos hace mantener el gozo en nuestro corazón, aun cuando las circunstancias parezcan desfavorables. 

- Poner la mira en las cosas de arriba nos ayuda a retener con firmeza la fe y la Palabra que hemos aprendido y oído, para no ser engañados a través de falsas enseñanzas (Mt. 13:192 Ti. 1:13; 3:14).

- Poner la mira en las cosas de arriba le da un valor infinito a la vida, sabiendo que somos dirigidos bajo un propósito mucho más elevado que la perspectiva humana (Fil. 3:8).

- Poner la mira en las cosas de arriba nos hace depender de Dios en las dificultades, y no confiar tanto en nuestras habilidades y capacidades humanas, pues nos vemos insuficientes y totalmente dependientes de su divino poder en nosotros (2 Co. 4:7).

- Poner la mira en las cosas de arriba produce verdadera felicidad, pues nada alcanzable en este mundo puede provocarla (Mt. 5:3-12).

- Poner la mira en las cosas de arriba nos hace esperar un futuro glorioso, sabiendo que en Cristo tenemos la esperanza de una eternidad asegurada (1 Co. 15:19).

Querido hermano, ahora que estás en Cristo, llena tu vida de las cosas de arriba, aquellas que satisfacen el alma y el espíritu. Decide por lo eterno.

ORACIÓN: Señor, mantén mi mirada en ti y tus propósitos eternos.

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Pastor Gustavo Miranda

Pastor en Iglesia Bautista Berea en Gómez Palacio, Dgo.
Doctor en Teología, maestro en educación y ministro de música y adoración.

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