AMIGO, UN TESORO INVALUABLE
AMIGO, UN TESORO INVALUABLE
“En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia.” Proverbios 17:17
La amistad es un tesoro invaluable, basado en el don único del amor. Los amigos son un bálsamo en los días difíciles, son regalos especiales de Dios, seres que en su sabiduría, Dios puso a nuestro lado porque sabía que ellos mitigarían nuestras penas y angustias, y llenarían de alegría cada uno de nuestros días.
Muchas veces el vínculo de la amistad sobrepasa aún los lazos consanguíneos; la Biblia dice: “amigo hay más unido que un hermano” Pr. 18:24. La experiencia de amistad entre David y Jonatán fortalece esta verdad; Jonatán protegió la vida de David de las amenazas mortales de su padre, “[Jonatán] dio aviso a David, diciendo: Saúl mi padre procura matarte; por tanto cuídate hasta la mañana, y estate en lugar oculto y escóndete” 1 S. 19:2, y persuadió a su padre de hacer a un lado sus amenazas contra su amigo. Esto lo hizo así Jonatán porque amaba profundamente a David (1 S. 19:2), como a sí mismo (1 S. 18:1); sus almas estaban ligadas y su amistad sellaron con un pacto (1 S. 18:3).
La amistad se basa en el amor, el cual es el don más maravilloso, profundo y eterno, la esencia misma de Dios, y se expresa a través de muchas maneras prácticas: la compasión, la bondad, la generosidad, la disposición, el servicio desinteresado, la ayuda, el compañerismo, entre otros. La Biblia nos llama a demostrar estos actos de amor hacia ellos y no abandonar a quienes son nuestros amigos (Pr. 18:24; 27:10); Ahitofel abandonó a David, Judas traicionó a Jesús, pero Jesús les llamó amigos a sus discípulos y demostró su lealtad, entregando su propia vida como testimonio de su amor hacia ellos.
En tiempos difíciles, un amigo es como un hermano (Pr. 17:17); un amigo se preocupa por ti, será el primero en estar a tu lado cuando atraviesas por problemas, sea cual sea la adversidad.
El amigo no cambia sus afectos por muy distintas que sean las circunstancias que se avecinen, sean momentos de profunda alegría o de intenso dolor, él estará allí, siempre a tu lado.
Un amigo no juzga tus actos, pero siempre te habla con la verdad para hacerte salir del error, aunque sacrifique tu alegría hacia él (Stg. 5:19,20); un amigo te levanta cuando tropiezas, porque mejores son dos que uno; así, si uno cae, el otro le levantará (Ec. 4:9,10).
Un amigo sabe perdonar tus ofensas (Pr. 17:9; Ef. 4:32) pues identifica y considera tus debilidades, pero reconoce que el vínculo del amor es capaz de restaurar las heridas que han causado esas ofensas (1 P. 4:8).
Un amigo se conduce siempre con prudencia y rectitud, evitando actitudes sucias o riesgosas que dañen la relación (amargura, enojo, ira); antes, busca los valores del reino de Dios en su amistad, misericordia, benignidad y perdón (Ef. 4:32).
Un amigo sabe escuchar tus necesidades, brindarte tiempo y dedicación, pues es movido por Dios para vendar tus heridas, dirigir tus pasos, levantar tu cabeza. Por lo mismo, un amigo busca tu pureza, tu libertad y tu alegría.
Un amigo sabe valorar y proteger tu vida, es un agente en tu crecimiento espiritual y sabe llevarte diariamente a los pies de Jesús. Un amigo es una protección segura, un hermoso regalo de Dios, UN AMIGO ES UN TESORO INVALUABLE.
Si este mensaje bendice tu vida, compártelo con aquel que consideras tu amigo.
Pastor Gustavo Miranda
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